domingo, 1 de marzo de 2009

Indigos del mundo, uníos!

Este espacio surge como un modo de acercar al mundo cibernético las experiencias y vivencias de ciertas personas; de esta manera buscamos que comprendan y entiendan nuestro universo.

Un ping pong de 3 preguntas y 3 intentos de respuestas pueden ayudarnos a conceptuar nuestro planteo:

¿Qué es un niño índigo?
Aquí no hablamos de “niño índigo” en el sentido tradicional del término. Con el transcurso de la vida, las experiencias, la pérdida de cabello y/o los cortes de pelo, hemos llegado a la conclusión de que podría haber un conjunto de personas (al cual nos adscribimos) que no encajan del todo bien en las categorías nativas de “boludo”, “loser” o “pibe, te pedí una cebolla, eso que me trajistes se llama AJO”. Sí, somos eso, pero a la vez mucho más que eso. Por ende consideramos que un índigo es una persona con capacidades especiales, fácilmente reconocible por los demás por sus conductas atípicas y que se caracteriza por 3 rasgos asociados:

1. Le suceden cosas extraordinarias e insólitas.
2. Es considerado por los demás como un boludo. De hecho, se la pasa haciendo boludeces.
3. Es loser por naturaleza, aún así tiene extraños encuentros con el sexo opuesto.

¿Qué es la indiguez?
La indiguez es el estado idílico del niño índigo, en el cual éste desarrolla todo su potencial. Hasta el día de la fecha se presentan los siguientes interrogantes en torno a ella:
¿Es un comportamiento espontáneo o un estado psicológico crónico (o patológico, según los casos)?
¿Existen unos pocos niños índigos o la indiguez se extiende a toda la población en mayor o menor medida?
¿Son sus causas genéticas o culturales?
¿Se contagia de persona a persona?
¿Se presenta en hombres solamente o es común a ambos sexos?

¿Constituyen los niños índigo una tribu urbana?

No lo sabemos. Pero en el fondo pensamos que somos demasiado índigos para agruparnos y organizar actividades conjuntas. Es más, nuestra experiencia nos dice que 3 índigos juntos constituyen un peligro extremo, ya que la indiguez en estos casos se potencian. Ejemplo: tres índigos fumando porro pueden llegar a tener la gran idea de comprar alfajorcitos de maicena para acompañar, lo que puede derivar en una muerte colectiva por sequedad bucal.

Solo a nosotros se nos puede ocurrir… A nosotros, los índigos.

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ACLARACION: Este blog no se creó con ningún tipo de intención ofensiva hacia los otros niños índigos

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Jaja! Muy bueno! Bessos

Vicky =)

Anónimo dijo...

De verdad le pasaron estas cosas al pibe del blog?
JAJAJAJAJJA